Doy las gracias al Covid-19 por haberme permitido estar encerrado y permitirme llevar a cabo esta guitarra que había prometido a mi mujer desde hace muuucho tiempo.

Se trata de una guitara acústica basada en el modelo dreadnought, un tipo de guitarra con cuerpo grande.

   Lleva las siguientes maderas:

  • Tapa de abeto alemán
  • fondo y aros de samanguila
  • mástil de caoba
  • diapasón, filetes y decoraciones de ébano

La samanguila, también llamada caoba africana, tiene una densidad ligeramente inferior a la caoba original. Proviene del centro-oeste de Africa.

Después de muchas conversaciones (y no discusiones) llegamos a decidir cual sería la estética de la guitarra. La idea principal era de hacer una guitarra en apariencia muy sencilla pero armoniosa, con pocos detalles que la hicieran única.

Los dos motivos de marquetería representan hojas de Ginkgo Biloba, un árbol que crece en nuestro jardín y que tiene una importancia especial para nosotros.

 Aproveché la ocasión para hacer por primera vez un «arm bevel», como se dice en castellano antiguo. Se trata de reducir el aro superior y un poco de la tapa, para conseguir suavizar el canto de la guitarra adonde va el antebrazo del músico.

Permite una sujeción más agradable, evitando que se clave el canto en el brazo, y permite a los músicos con pequeños brazos llegar mejor a las cuerdas y poder tocar guitarras que serían demasiado grandes para su estatura.

 

   La pala rectangular lleva una chapa de ébano, para combinar con el diapasón, el puente y los filetes que también lo son.

 

   Las clavijas «vintage» son de la marca Kluson, de Estados Unidos.

Os invito a venir a probarla, mi mujer está de acuerdo.